Llevar a cabo una alimentación balanceada, adecuada y enfocada en nuestras características individuales nos traerá muchos beneficios como disminuir el riesgo de enfermedades, mantenernos en nuestro peso ideal y estar saludables, entre otras.
Es muy común pensar que por hacer ejercicio de manera regular podemos comer libremente, sin embargo, esta es una creencia muy equivocada. La alimentación proporciona la fuente de energía necesaria para llevar a cabo la actividad física. Los alimentos impactan en la fuerza, la formación muscular, la energía, el rendimiento y la recuperación.
La alimentación es la manera de proporcionar al organismo las sustancias esenciales para el mantenimiento de la vida, y de esta misma forma funcionan los músculos.
Si le proporcionamos al cuerpo una inadecuada cantidad y/o calidad de alimentos y además le exigimos que rinda en el deporte (sin mencionar todas las demás actividades de nuestro día), llegará un momento en que nuestro rendimiento no sea el óptimo y nuestra energía a lo largo del día se vea comprometida.
Es importante tomar en cuenta el tipo de alimentos que se incluye antes, durante y después del entrenamiento, así como los horarios de cada comida y las combinaciones, sin dejar a un lado la hidratación.
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